Podría tratarse de una película más que trata el amor y el desamor, la vida marital y el desahogo de echar una cana al aire. Podría ser una más de las que retratan el peligroso abismo de la seguridad que da una vida rutinaria vivida en pareja donde el amor se sustituye por el cariño y por la costumbre. Podría ser la típica película que plantea una relación triangular o cuadrangular con cierto halo de thriller propio de unos reales años 40… Podría serlo. Pero lo cierto es que El juego del matrimonio, que asume todas estas cosas, nos sorprende con una buena trama tratada con sofisticación, un interesante guión y punto de vista y unos personajes muy metidos en sus papeles. Tenemos, entonces, una buena película. No exenta de humor negro ni de ironía, porque algo tiene de comedia, la película también afina los caracteres de los personajes a partir de una narración en primera persona que va sembrando expectativas desde el principio de la cinta. Es ahí cuando conocemos a Harry (interpretado por Chirs Cooper), que tras varias décadas de feliz matrimonio con Pat -Patricia Clarkson- decide acabar con la vida de ésta. Se ha enamorado de Kay (Rachel McAdams) y no es capaz de darle la noticia a su esposa, a la que, no obstante, ama demasiado. Richard (Pierce Brosnan), el mejor amigo del Harry y narrador de este embrollo, tiene también su papel en este juego de relaciones intrigante donde el amor palpita con tanta fuerza que desestabiliza la aparente normalidad de sus vidas. Ante lo que, a priori, podríamos ofrecer algún tipo de resistencia (temática, reparto y otra serie de prejuicios), termina sorprendiéndonos como un sofisticado film de suspense y dotado de buen ritmo que quiere acercase en sutilezas a algunas películas de Hitchcock Lo que son los caprichosos antojos del corazón…
lunes, 13 de octubre de 2008
Se estrena El juego del matrimonio, la nueva película de Ira Sachs
Podría tratarse de una película más que trata el amor y el desamor, la vida marital y el desahogo de echar una cana al aire. Podría ser una más de las que retratan el peligroso abismo de la seguridad que da una vida rutinaria vivida en pareja donde el amor se sustituye por el cariño y por la costumbre. Podría ser la típica película que plantea una relación triangular o cuadrangular con cierto halo de thriller propio de unos reales años 40… Podría serlo. Pero lo cierto es que El juego del matrimonio, que asume todas estas cosas, nos sorprende con una buena trama tratada con sofisticación, un interesante guión y punto de vista y unos personajes muy metidos en sus papeles. Tenemos, entonces, una buena película. No exenta de humor negro ni de ironía, porque algo tiene de comedia, la película también afina los caracteres de los personajes a partir de una narración en primera persona que va sembrando expectativas desde el principio de la cinta. Es ahí cuando conocemos a Harry (interpretado por Chirs Cooper), que tras varias décadas de feliz matrimonio con Pat -Patricia Clarkson- decide acabar con la vida de ésta. Se ha enamorado de Kay (Rachel McAdams) y no es capaz de darle la noticia a su esposa, a la que, no obstante, ama demasiado. Richard (Pierce Brosnan), el mejor amigo del Harry y narrador de este embrollo, tiene también su papel en este juego de relaciones intrigante donde el amor palpita con tanta fuerza que desestabiliza la aparente normalidad de sus vidas. Ante lo que, a priori, podríamos ofrecer algún tipo de resistencia (temática, reparto y otra serie de prejuicios), termina sorprendiéndonos como un sofisticado film de suspense y dotado de buen ritmo que quiere acercase en sutilezas a algunas películas de Hitchcock Lo que son los caprichosos antojos del corazón…
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