sábado, 1 de noviembre de 2008
Pues sí, mejor quemar después de leer
La última película de los hermanos Coen habla por sí sola y, aunque ya había leído en algunos sitios que ésta era una obra menor, creo que estas opiniones son un tanto precipitadas.
En un día lluvioso como el de hoy, decidí sentarme tranquilamente a ver esta película estrenada hace ya algunas semanas. ¿El resultado?. Una comedia delirante a la par que caótica y fatalista para todos sus protagonistas. Esto sumado a un reparto de lujo y a situaciones patéticas con las que el espectador no puede hacer otra cosa más que desternillarse, hace que nos encontremos ante una película que juega con el disparate y que resulta una buena elección a la hora de ir al cine.
Lo que más me sorprendió fue encontrar a un Brad Pitt realmente bueno en comedia, además yo apuntaría a que es la mejor interpretación de la película. Su personaje, no es que roce la estupidez, es que es tonto de remate, y esto Pitt lo resuelve con un sobresaliente. Eso sí, el resto de personajes no son menos estúpidos que él. Sólo basta con leer el argumento: Unos empleados encuentran en el gimnasio en el que trabajan un CD que contiene las memorias de un ex-agente de la CIA y, supuestamente, datos que podrían poner en peligro la seguridad de los Estados Unidos. A partir de aquí, deciden buscarle y chantajearle y, para disfrute del espectador, se desarrollarán una serie de acontecimientos que caerán como fichas de dominó inevitablemente una tras otra.
George Clooney, Frances McDormand y John Malkovich resuelven también muy bien su participación en el universo Coen y, Tilda Swinton aparece brillantemente sensata, dando un toque de normalidad que se sale fuera de toda la trama.
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